LOS DOMADORES, FORTACHÓN Y DEBILÍN Y LA INTENSIDAD DEL SONIDO
En el circo viven dos domadores. Se llaman Fortachón y Debilín.
Cuando habla Fortachón lo hace tan fuerte que su voz se escucha en todo el circo.
Cuando lo hace Debilín hay que ponerse muy cerquita de él para escucharlo.
Aunque Fortachón y Debilín son muy diferentes se llevan muy bien y, cuando acaba su trabajo en el circo, se ponen juntos a escuchar música.
Saben que en ella hay sonidos fuertes que se representan con la letra f y sonidos débiles que se representan con la p, y que los dos son importantes para crear esas melodías que a ellos tanto les gusta.
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